"Cualquier persona que haya tenido amores verdaderos, rebeliones
reales, deseos legÃtimos y que además posee una gran fuerza de voluntad, sabe por experiencia propia que no necesita de ningún reaseguro externo para estar segura de sus metas: pues dicha certidumbre brota de su certeza y de su propio impulso vital".
(Simone de Beauvoir, ParÃs, 1947)