Soy el suspiro de la mañana, una niña traviesa, una anciana sin canas que al soñar se embelesa Soy a veces dulzura frágil como un rayo de luna donde no hay amargura ni pena ninguna. Soy quien todo lo entrega a las olas del mar y por amor se sosiega hasta no querer despertar. Soy la paloma sin alas, la pasión sin fronteras, la chimenea en la sala, aquella que siempre espera. Soy una estatua orgullosa sobre un frÃo altar cubierta de rosas y el aroma del mar. Soy fuego encendido, un deseo candente, un ángel caÃdo, el pasado y el presente. Soy fuente de alegrÃa que brota de una herida ... una roca frÃa que llora escondida. Soy la tristeza, una lágrima de ternura, una carta sobre la me