Hay cosas que se olvidan con facilidad pero... aún recuerdo una poesÃa de Bécquer que me enseñó uno de los mejores maestros que he tenido: Manuel Cortés Ballesteros.
Mi vida es un erial,
flor que toco se deshoja;
que en mi camino fatal
alguien va sembrando el mal
para que yo lo recoja.
Hay situaciones que se nos escapan de las manos e interceden personas sin escrúpulos que nos hacen pasar momentos desagradables. ¡Qué pena!