El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espÃritu triste seca los huesos. (Proverbios 17:22 )
Quien esconde su pecado jamás puede prosperar; quien lo confiesa y lo deja, recibe el perdón. (Proverbios 28:13)
Porque los ojos de Dios están sobre los caminos del hombre y ve todos sus pasos. (JOB 34:2)