Mi vida y mi personalidad se resumen en diferentes estados de ánimo y ellos a la vez están encerrados en muchas palabras que en una desigual e imperfecta amalgama crean al monstruo, aquà algunas para que entiendan de lo que hablo: lamentablemente bobo, convenientemente imprudente, temperamental, pobremente sarcástico, muchas veces impredecible, antiromántico pero a la vez cursi, extremadamente distraÃdo, diplomático pero a la vez irrespetuoso, eterno amante de la música e incorregiblemente semi-noctámbulo ya que encontré a la niña que literalmente me quita el sueño...