Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los p叩jaros, ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros.
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de m鱈 murmuran y exclaman:
"Ah鱈 va la loca, so単ando con la eterna primavera de la vida y de los campos [...]"
En las orillas del Lar
ROSALA DE CASTRO