A veces la vida es perfecta, ¿verdad?.Tiene que serlo para compensar todos los inconvenientes que se te presentan. Tienes que aprender a andar, tienes que ponerte ese sombrero tan ridÃculo que te compró tu abuela, no tienes ni voz ni voto. Y cuando ya eres un poco mayor, aunque puedes escoger los sombreros, no puedes elegir los ingredientes de las albóndigas de la cafeterÃa, ni cuándo enamorarte. Las cosas ocurren y tienes que arreglártelas...