Sentada sobre uno de los pupitres de la pequeña aula... escuchaba hablar a mis compañeros mientras nuestro maestro explicaba la fórmula de las ecuaciones de segundo grado.
Miraba por la ventana... más allá del paisaje oscuro... era la primera hora de clase y aun estaba medio adormilada.
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Era un espacio blanco... donde se observaban pequeñas figuras y la sombra de un hombre posado sobre una baranda... junto a un mar de pensamientos.
Pensamientos que vestÃan en hilos de voz preguntándose... "¿Hay vida tras la muerte?", "¿Es infamo morir?", "¿Es triste?", "¿Es... doloroso?"
El hombre sabio se mostraba evasivo, sonriente... pensativo.
Tras un largo silencio... sus palabras adqui