Persigo constantemente la plenitud interior y la encuentro. Estoy muy agradecido a la Vida por la oportunidad de ser uno de sus cauces dichosos y creo que contagio.
Combato mi importancia personal, arrogancia, petulancia y soberbia. Creo que de a poco, voy arrimándome a la humildad. En mi alegrÃa y aliento lo compruebo.
Combato el deseo que me invade y encuentro sosiego en la fuente de la alegrÃa que está adentro mÃo y de todo quién se dedique a buscarla.