Volverán del amor en tus oÃdos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡asà no te querrán!
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER