Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugarde hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres