BARCELONA(L)
De tal palo, tal astilla
Después de la tempestad, viene la calma.
El espejo y la amistad siempre dicen la verdad.
El que busca, encuentra.
El que calla, otorga.
El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
El que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón.
FÃngete en gran peligro y sabrás si tienes amigo.
Fingir locura, es a veces cordura.
Jamás olvidó el que bien amó.
Ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón.
Lo barato, sale caro.
Lo importante no es vencer, lo importante es no ser vencido.
Nadie le da vela en este entierro.
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ha perdido.
Ni son todos los que están, ni están todos los que