No te sientas vencido aun vencido,
no te sientas esclavo aun siendo esclavo,
trémulo de pavor, piénsate bravo
y arremete feroz ya malherido.
Ten el tesón del clavo enmohecido, que
aun viejo y ruin, vuelve a ser clavo.
Se como Dios que nunca llora
o como lucifer que nunca reza
o como el robledal que en su grandeza
necesita del agua y no la implora,
que muerda y vocifere vengadora ya rodando en el polvo tu cabeza.
Pedro Bonifacio Palacios