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La Plata, Buenos Aires

Un lluvioso 24 de julio de 1990, estaban sentados junto al fuego del hogar mi madre y mi padre, viendo absortos como el ultimo leño crepitaba al calor de las llamas. Fue entonces cuando a uno de ellos se le ocurrió traerme al mundo, no sin antes dudar un poco. "Estoy aburrido/a, ¿q tal si hacemos un pequeño crio a imagen y semejanza nuestra y lo llamamos patricio?", dijo uno mirando al rostro del otro. "Dale, estaria copado", le respondió el otro. Un poco de polvos magicos marca acme sobre la barriga de mi perro carbon, sonidos de contracciones y tras un duro parto, naci. Entonces uno de ellos dijo: "No, no, no, me arrepenti. ¿No seria mejor uno de esos bebes africanos tan de moda hoy