Tengo un ejercito de pensamientos,
contraatacando a mis sueños y carece de significado,
son cientos y los he de dar de lado,
porque aunque sea extraño me devuelven a un pasado.
La inocencia marcaba mi camino,
donde no importaba nada cada paso era distinto,
en cambio hoy soy preso de mi destino,
y no debo soñar mas con salir de este laberinto.
Pues siempre despierto y estoy donde estaba,
abarcando el resultado de una vida insatisfecha,
me manifiesto y aunque no cambie nada,
adapto mi desahogo al folio en forma de flecha.
Disparo,cazo a las ilusiones,
es simple,justifico actos y opiniones,
incomprensibles,no se,pero hay razones,
cuando quiero conseguir algo le hecho un par de