Siempre supe que iba a pasar, aún en los momentos de duda, supe que vendrÃas. Te lo debÃas a ti misma. Estuviste con él demasiado tiempo, atrapada en tus propios miedos casi ocho años. Todo lo que tenÃas que hacer era levantarte e irte, porque yo siempre estuve esperándote todo el tiempo.
Y ahora sabes que perteneces a tà misma. No a él, no a mÃ. Y me elegiste a mÃ. Gracias.