Un ciego que ahora ve.
Como las misericordias de Cristo son de valor supremo para quienes perciben sus necesidades, eran ciegos y ahora ven; asÃ, los afectos más poderosos y duraderos por Cristo surgen de conocerle verdaderamente.
No podemos ser salvos, por vivir una vida buena, somos salvos solo por la fe en Jesucristo.
>Nuestro servicio no nos salvará pero somos salvados para servir.