San Juan de la Cruz decÃa que el hombre nace con una capacidad de amar que es el alma o el espÃritu y en el centro de ella está Dios, llamándonos, pero el hombre va llenando esa capacidad con otros amores y va dejando muy poco espacio para Dios.
DecÃa San AgustÃn: «Dios no pide imposibles; sino que hagas lo que puedas, ... Y también: «Señor, dame fuerza para lo que me pides, y pÃdeme lo que quieras». ...