Entre Rosas y Sarmiento, Don Segundo y MartÃn Fierro, la barbarie y los modales europeos. El paÃs de los inventos, Maradona, los misterios del lenguaje metafÃsico del gran resentimiento. Bienvenidos inmigrantes a este paraÃso errante, ya se sabe que el que no arriesga no gana. Y esa casa que dejaron escapando entre las balas era el caldo del cultivo a la nostalgia. En el reino del silencio cavernario de oropeles, un concilio de miserias, de rodilla en los cuarteles. Y hubo una fiesta de todos, embriagada, delirante... no te metas, algo habrá hecho ese maleante.