Una persona mansa elegirá eva¬luar a otra con el criterio del amor, antes que con el de la riqueza, la posición o la situación. Una persona mansa es alguien real¬mente sin ego, y es lenta a la hora de defenderse a sà misma, in¬cluso cuando se ve atacada verbalmente. Ello es asà porque una persona mansa tiene la sabidurÃa para comprender que el ataque verbal no causa daño alguno, y que eso no es más que el resulta¬do del desequilibrio existente en el atacante. Una persona mansa enviará amor hacia todos aquellos que la atacan, y procurará con regularidad encontrar el equilibrio respecto de la Tierra, con to¬lerancia, incluso ante lo intolerable.