Nacà un dÃa que no sucedió.
Me llamaron por un nombre que no me pusieron.
Soñé algo que nadie soñó.
Y esperé algo que nunca llegó.
Pertenezco a los dÃas no vividos.
Y a las despedidas que no vinieron.
Tú y yo. Nosotros. Ni siquiera existimos.
Somos una sombra de los deberÃamos ser.
Lo que deberÃamos sentir. Lo que deberÃamos vivir.
Nos aferramos el uno al otro como si nada pudiese hacernos mejores.
Aunque nos empeoramos con cada tirón.
Jugamos al tira y afloja hasta que la cuerda se rompa.
Porque sabemos que jamás ganaremos. Ni perderemos.
Que jamás triunfaremos. Que jamás fracasaremos.
Pues en realidad no jugamos.
¿Qué podemos ganar si no tenemos nada que perder?
Solo lo