Frecuentemente, tengo accesos de misantropÃa, pero suelo ser un filántropo, con individuos, cuyos criterios se asemejen a los mÃos.
Propiamente dicho, una de mis agudices reza: ¡Oh filosofÃa, sin ti, como podrÃa expresar esta misantropÃa!; pues esa la forma, en cómo el mundo se muestra ante mis ojos, y como yo logrado identificarme con él.