aprendiz de trovador, ocultista desempleado, juglar urbanizado, poeta incomprendido, antiheroe menospreciado, eufemista sincerado,malversador de la palabra, pirata buscador de sueños, villano sobre valorado, vampyro narcisista y hedonista
lo que hace este hombre es inventársela para que alguna novia suya -casada, quizá, con algún marido inútilmente alto- siga pensando en él. gasta, pues, hechuras o argumentos esquineros porque sabe que la frÃa calle es mucho más literaria que el cálido edredón de los ronquidos.
Lo golfo, bien escrito o descrito, siempre tiene más tirón que lo felizmente casado. El error es creer que lo golfo es cosa de golfos. Los golfos están por lo suyo, que