La vida carece de sentido sin Dios. El amor por los demás, todo lo que se pueda hacer en bien de los demás y por el bien común es aquello que da sentido a la existencia. El conocer a nuevas personas, intercambiar experiencias, le permite al ser humano a crecer como persona y a interpretar y comprender mucho más ese mundo que nos rodea.
La verdadera felicidad está en nosotros, cuando vencemos el egoÃsmo y entregamos lo que somos a nuestros semejantes