Era como si la muerte me concederÃa el ultimo deseo la vida acababa, perpleja miraba el horizonte de la muerte mi mente, colmada de vida que me arrebato la muerte
Perpleja miro la sombra de aquella, surtidores de lágrimas.
La verja se abrÃa impetuosa aquel persona con su sangre ya frÃa, los lados guardianes sigilosos se disipaban alrededor. El follaje no me dejaba ver a los sucumbidos, al ver como muertos entierran a un muerto.
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