Para escribir historia es necesario que no exista ninguna pasión, ninguna preferencia, ningún resentimiento, lo que es imposible evitar cuando a uno le afecta el acontecimiento. Creemos simplemente poder asegurar que para describir bien este acontecimiento o al menos para relatarlo justamente, es preciso estar algo lejos de él, es decir, a la distancia suficiente para estar a salvo de todas las mentiras con las que pueden rodearle la esperanza o el terror.
Marqués de Sade, Historia secreta de Isabel de Baviera reina de Francia (prefacio)
Los ojos de mi señora no son nada como el sol,
el coral es por lejos más rojo que sus rojos labios;
si la nieve es blanca, ¿por qué entonces s