Sólo una mirada espiritual logra cruzar el umbral que conduce a la verdadera conexión ancestral con nuestro origen, con la materia palpable que habita en nuestro espacio; como la hoja que abandona el árbol en una danza magistral; la semilla que estalla con la mirada de un rayo de sol; la rama que al agitarse con el viento va enmarañando el entorno con finas lÃneas y trazos, la gota de agua que refleja estallidos de COLOR, la roca esculpida por el tiempo. ASG