No es la fortuna lo que te motiva, sino el deseo de aventuras y los retos imposibles. Nada te para, ni en la excentricidad ni en el peligro.
Impulsivo, lo haces todo sin pensar, y obedeces a tu corazón más que a tu cabeza.
Odias la rutina y haces lo que sea para escapar de ella. Excesivo en todo, tu comportamiento traiciona la fuerza de tus emociones Aventurero insaciable, vas construyendo tu vida en función de la suerte y las oportunidades, con una audacia que golpea la inconsciencia.