Fuimos comprados a precio de Sangre, por lo tanto somos propiedad Privada; la propiedad existe porque pertenecemos a Cristo, porque fuimos comprados, pasamos a ser parte del Reino de Dios y como personas compradas entramos al Reino, a ser Hijos de Dios, con derecho a todos los privilegios del Reino. El Señor compro Nuestra bendición, nuestra sanidad, nuestra RESTAURACION y compro nuestra felicidad, todo por La Sangre de nuestro Salvador Jesucristo.