“-Hay pecado supongo, pero el castigo fue del todo desproporcionado. Te han convertido en algo que ya no es una criatura humana. Ya no estás en condiciones de elegir. Estás obligado a tener una conducta que la sociedad considera aceptable, y eres una maquinita que solo puede hacer el bien. Comprendo claramente el asunto… Todo ese juego de los condicionamientos marginales. La música y el acto sexual, la literatura y el arte, ahora ya no son fuente de placer sino de dolor.
-Asà es, señor –dije, mientras fumaba uno de los cancrillos con filtro de corcho de este hombre bondadoso.
-Siempre se exceden –dijo el veco, secando un plato con aire distraÃdo-. Pero la intención esencial es
We’ve updated our privacy policy so that we are compliant with changing global privacy regulations and to provide you with insight into the limited ways in which we use your data.
You can read the details below. By accepting, you agree to the updated privacy policy.