Dejar que lo que suceda, ocurra. Que lo que ocurra, suceda. Que el corazón guÃe, y los pasos sigan sus huellas. Mirar al frente, y no predeterminar el futuro. Dejarse llevar por las cosas simples de la vida, no perder el tiempo en lo inerte. Sentir los latidos del corazón y a ratos volar. Soñar, y luchar porque la vida sea la utopÃa de los sueños encarnados. Disfrutar la vida, totalmente... es solo una