Soy un canalla, con la sensibilidad de un carnicero, que escupe delÃrios; mientras mis demonios me mandan señales de humo, para hacerme caer en tentaciones, recordar mis temores y olvidar las emociones. Con un ángel de la guarda, que siempre intenta sabotearme, que no olvida hacerme fallar. Con un optimismo desempleado y falto de muletas para el autoestima. Reservando las plegarias para un ejercito de dioses que no escuchan. Con un orgullo que nunca olvida presentarse, y sólo maquila planes de fuga.
We’ve updated our privacy policy so that we are compliant with changing global privacy regulations and to provide you with insight into the limited ways in which we use your data.
You can read the details below. By accepting, you agree to the updated privacy policy.