Desde niño vi el firmamento azul pensando en la Majestad Divina que tendrá su trono sobre Su manto de estrellas. Pensé que algún serÃa servidor de aquel que todo lo puede y lamento que no lo realicé. Pensé humanizarme con el ser humano y curar sus heridas, y entré la universidad, una sombra oscura se cruzó en mi camino y cercenó de un tajo la misión de hacer un bien también acariciado desde la infancia.. Entré a la radiodifusion que desde joven trabajé, arte que lo llevo en la sangre; propagué cultura, hice reir, hice cantar a las gentes, y asà pasaron 30 años, pero también ahà estuvo otro "gordo lebrel'. este repitió la vieja historia de "La Luciérnaga y la Serpiente"