el punto de demencia de alguien llega a ser la fuente misma de su encanto. ...Deleuze
"acusa a la ciudad de alimentar emociones destructoras, de carecer de perspectivas y señalaba un pensamiento que lo embargaba sobre la condición de vida en las ciudades: “¿Cómo era posible que sus vecinos puerta con puerta fuesen extraños e ignorasen incluso el nombre del otro”