Y andabas vida… transitando veredas que jamás pisé.
Y caminabas senderos… con lágrimas de dolores que no compartÃ.
Y mirabas cielos… agradeciendo bendiciones que no conocÃ.
Y un dÃa, un instante, un momento… te encontré. O me encontraste.
Algo nos unió, a pesar de estar distantes.
Palabras, pensamientos, sentimientos que nos resultaron propios, aún sin serlo.
Algo nos esperaba de este encuentro.
Éramos parte uno del otro, en su crecimiento.
Y aquà estamos. Yo escribiendo. Vos, leyendo.
Y esta maravilla es un encuentro… para los dos, necesario.