Cuando sientan que la vida no tiene sentido, que los problemas lo estan acabando, recuerden esta parábola:
Un pajáro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se habia acostumbrado a estar ahí, comia gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el lodo pestilente. El peso de la mugre inutilizaban sus alas. Cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el pantano y el pajáro se dio cuenta que iba a morir. En un deseo repentino de salvarse comenzo a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado cómo volar y las costras de poquería lo encarcelaban, pero enfrentó el dolor del e
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