La mente primitiva, todavÃa mantiene la creencia (a veces inconsciente) que para sobrevivir y prosperar, necesita manipular, desdeñar y/o deshacerse de sus (supuestos) "oponentes".
La mente evolucionada, sabe y comprende en profundidad, que es imposible el desarrollo colectivo e individual, sin la genuina y honesta cooperación entre todos los individuos.
Es aquà donde nace la biodiversidad simbiótica, donde conviven de forma armoniosa y pacÃfica, tanto las diferencias como las similitudes que todos los organismos vivos poseemos. Manteniendo asà el motor de la evolución. Aplicar este principio en la vida cotidiana, solo depende de la voluntad y compromiso del ser humano.