Nunca espero nada a cambio, la amistad es un regalo, no un negocio, te regalo un poco de mi vida, pues a veces hay más de lo que realmente necesitamos; dicen las malas lenguas que nadie en este mundo es indispensable, he allà los que mueren a diario y los muertos en vida, los que escogen a quien regalar su tiempo y los pobres de esperanza, el ego de uno y las grandes masas, los sobrealimentados y los que todo dan sin esperar. Estoy arrepentido de no dar más, a quien sea; pero ultimadamente casi todos son ciegos, mudos y sordos, niegan serlo, creen ser sensibles, el miedo al regreso de enfrentar su propia humanidad, hasta que esta reclama su naturaleza. Por lo tanto, pocos son los que en r