El barco ebrio
Cuando descendÃa los RÃos impasibles,
no me sentà guiado por los sirgadores:
los Pieles Rojas chillones los habÃan tomado por blancos,
habiéndolos clavado desnudos en postes de colores.
Me eran indiferentes todas las tripulacio
Al parecer soy un patiperro, medio poeta y medio filosofo y y no esta mal de decir medio maldito.