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Ciudad Juárez, Mexico

Me identifico con Diógenes: me conformo con lo que llevo puesto y con lo que adquiero cognitivamente. Y abomino a los prepotentes, a los que privilegian la superficialidad del lujo y la comodidad por sobre los valores del espíritu. Cierta vez, Alejandro Magno fue a visitar a un mendigo que, se sabía, era feliz sólo con lo que llevaba puesto, disfrutaba el arte, el viento, el paisaje. Llegó el Emperador, lo vio que yacía en el prado, fue hacia él y le dijo: “Pídeme lo que quieras y te lo daré”. El mendigo —era Diógenes— le respondió: “De acuerdo: te voy a pedir por favor que te hagas a un lado, ¡Me estás tapando el sol!”. Las cosas no han cambiado mucho.