El gran rÃo del cielo
se ha dormido a mitad del camino
y en sus aguas se refrescan
las almas de mis antepasados.
En el rÃo del cielo se baña la tierra;
en sus aguas claras,
aguas altas,
en una noche constelada, con luna,
o en una noche de frÃo.
El rÃo se ha quedado dormido,
está descansando,
esperando las aguas de nuestras almas.
El gran rÃo del cielo duerme y me espera.