Alcanzando el brillo en un torpe latido… para ir como un ladroncillo de un caramelo que esconde mamá, el dulce de robles agitándose ante los vientos del atardecer, tiñendo de lágrimas el olvido, sonrientes en el tiempo, pacientes en la espera de un mundo terminar y comenzar uno nuevo con la misma sonrisa y sentarse a tomar vino a las orillas del mar…