Dios me creó, me amó, me perdÃ, me compro en la cruz, me desvie, y ahora aqui estoy de regreso a casa, EN LA CASA DE MI PADRE HAY ABUNDANCIA DE PAN. Y ahora cada mañana resuena en mi el canto de su perdón, de mi salvación y de mi llamado. Amo a Dios más que a nadie y más que a todo. Me gusta leer y reflexionar.