No soy un turista más en este planeta. Dios me envió con un propósito y espero cumplirlo. Y es mi deseo que Dios padre refleje en mi su amor, que al igual que el hijo Jesús sea movido a Misericordia para con mi prójimo y que lo ame como a mi mismo, y que el EspÃritu Santo me Consuele y me Conduzca en este valle de la desolación como guió a Moisés por el desierto. JAH Guiará en el objetivo hacia allá arriba.