El hombre vive en un terrible aislamiento, prisionero en su cuerpo, incapaz de mover su lengua para decir palabras que lleva en su corazón, imposibilitado de demostrar tal corazón de carne a nadie, ni al padre, al hijo, al hermano o a la esposa. Esa es la tragedia del hombre, que vive a solas desde el momento que nace hasta que yace sobre su pira funeraria.
T.C.
We’ve updated our privacy policy so that we are compliant with changing global privacy regulations and to provide you with insight into the limited ways in which we use your data.
You can read the details below. By accepting, you agree to the updated privacy policy.