Sin embargo, leer, estudiar y meditar no son la misma cosa. Al leer palabras quizás obtengamos ideas. Al estudiar, quizás descubramos modelos que se repiten y conexiones entre pasajes. Pero al meditar, invitamos a la revelación por medio del EspÃritu. Meditar, para mÃ, es pensar y orar después de leer y estudiar las Escrituras con detenimiento.