La vida me ha enseñado que puedo salir adelante aún, sin contar con el apoyo de personas que la sociedad considera deberÃan hacerlo. El hecho de que me haya imitado a salir cuando era adolescente, provocó que pensara que cuando tenga un trabajo seguro, aproveche mi vida para divertirme: viajar a donde quiera, asistir a conciertos, visitar a mis amigos, comprar las cosas que quiera. Principalmente comprar una casa. Desde el momento en que trabajé, empezaré un ahorro para cuando tenga un hijo o hijos, pagar lo que necesiten y poder dedicarme enteramente a él o ellos. Claro, todo siempre y cuando Dios me lo permita.