Soy el resultado de barro y fuego conjugados en una especie de conjuro que me obliga a vivir por siempre, haciéndo de la vida un elixir que se bebe una vez por vez, jamás miro al pasado si no es para arrancarle a la melancolÃa una lágrima fugaz.
Soy el resultado de barro y fuego conjugados en una especie de conjuro que me obliga a vivir por siempre, haciéndo de la vida un elixir que se bebe una vez por vez, jamás miro al pasado si no es para arrancarle a la melancolÃa una lágrima fugaz.
Soy el viento que recorre los recovecos de una ciudad que jamás heredare, porque pertenezco a más de una frontera, me gusta decir lo que pienso y siento, aún cuando más de una vez eso me ha