Soy una influencia maligna.
Celular no tengo y jamás querré tener, porque el celular es una forma de socializar y yo quiero quedarme siempre solo y nunca tener amigos.
A veces quisiera ser un monstruo horrible, radioactivo y desfigurado, con varias patas a los lados del cuerpo, para ir a visitar a la gente que me habla.