De algún modo soy un pesimista y siempre estoy preparado para los incovenientes que nunca dejan de presentarse. Yo mismo me los busco porque suelo elegir el camino más difÃcil, el recto. No tengo un especial talento, pero si la cultura y el criterio para saber cuando algo puede hacerse mejor, y la voluntad para repetirlo. No tengo una gran opinión de mis contemporáneos, por eso me sorprendo cuando miro a mis amigos, a mis hermanos, y a esa mujer que vive conmigo. Tal vez no soy un verdadero pesimista.